jueves, 27 de marzo de 2008

DIARIO DE VIAJE DE LA INMIGRANTE: LA VISITA A LOS DE ALLÍ

Día 26 de Marzo de 2008

RELATIVILIZATION II: LA RABIA

El desayuno me recordó los panes y las “facturas” de Argentina. Hasta podía percibir el sabor de la levadura al degustar cada mordisco acompañado de mantequilla y mermelada.

Al acabar el desayuno nos estaban esperando en el patio las mujeres que habían participado en uno de los proyectos que la Asociación Santa Bárbara financió: la cría de pollos en manos de mujeres maltratadas, solteras o separadas. Muchas no pudieron evitar el llanto al relatar sus vidas, sus inconvenientes, su lucha por sacar adelante a sus hijos. Ni tampoco la emoción al agradecerle a María Teresa la ayuda que les dio. Nosotros tampoco estábamos inmunes a las emociones, pero en mi caso particular, tuve que contener mis lágrimas de rabia.




- Para nosotros es relativamente fácil ayudar a estos colectivos: sólo basta con resignar un año nuestras vacaciones en el exterior, o bien no gastarnos las fortunas que solemos en las fiestas navideñas, entre compra de billetes de lotería, delicatessen y regalos.
- Para los que deben administrar ese dinero, es relativamente difícil gestionar proyectos en los que el bienestar de las personas se traduzca a largo plazo. Estas señoras han criado pollos, han vendido unos cuantos, han comido otros tantos, y ahora su vida sigue igual que antes de aprender las tareas básicas de una granja.
- Para los que reciben estas ayudas, es relativamente difícil no caer en el facilismo y quedarse esperando a que gente pudiente les dé una mano, en proyectos que a veces no resultan tan beneficiosos como se piensa.

Camino al Hogar de las Hermanas Misioneras, creado y guiado por el padre Jesús Tamayo, me sentí impotente y extremadamente inútil al no poder encontrar la vuelta de tuerca para que las cosas funcionen correctamente. El engranaje perfecto no existe. Todos ustedes, los lectores de este blog, se deben estar riendo de mí porque creo que el mundo aún se puede cambiar.. ODIO NO PODER CAMBIAR EL MUNDO. Pero más odio todavía resignarme a no poder cambiarlo.



Las hermanas misioneras provienen todas de comunidades indígenas. Son mujeres estudiadas, que con su aprendizaje logran ayudar y formar a sus pueblos. Aprenden oficios y maneras de desarrollo con la premisa básica de no perder su identidad. Claro que el mundo globalizado les juega en contra, sobre todo cuando llegan a las aldeas los vendedores de televisores o celulares (no hace mucho asiduos gracias a que se ha logrado que llegue la luz eléctrica) y les regalan a los compradores una interesante deuda de cinco años o más.




También sucede que la educación juega el papel de arma de doble filo: al leer, al aprender, al conocer, al estudiar, se abren mundos nuevos e irresistibles si los comparas con la vida dentro de una casa de barro y techo de paja, condiciones extremas a más de tres mil metros de altura, y la austeridad que va de la mano junto con las manifestaciones culturales y de ocio.
Entonces: ¿ni siquiera es buena la educación para el desarrollo de los desfavorecidos? Marielena y el padre Jesús estaban contentos porque habían ayudado a un joven indígena a que saque adelante su carrera de medicina, con la fortuna de llevar intrínseca la conciencia de cooperación y ayuda a su pueblo que muy pocos manifiestan tener cuando se convierten en profesionales. REPITO con otras palabras: ¡Se ponen contentos porque uno entre varios decide aplicar su profesión para ayudar a su gente! Uno entre muchos. Esos muchos que se van a España, a Estados Unidos, o a las ciudades, esos muchos que ingresan en un nuevo mundo, EN NUESTRO MUNDO.



Un mundo que lamentablemente carece de iniciativa para renovar las formas eclesiásticas caducas, esas maneras que son totalmente incompatibles con el trabajo del padre Tamayo. Es el mundo donde vive el equipo que hace Ecuapop, sus protagonistas, y ustedes lectores. Pero también un mundo con gente que ayuda, lucha, pelea y sangra. Y las heridas no se cicatrizan, porque van cargadas de la complejidad de las cosas ante nuestra actitud crítica.


Relativilization.

Nota: Significado de relativilization: Palabra inventada por la inmigrante guionista y con fonética globalizada. Dícese de la acción de aplicar la relatividad de las cosas a las civilizaciones que conocemos.

DIARIO DE VIAJE DE LA INMIGRANTE: LA VISITA A LOS DE ALLÍ

Día 25 de Marzo de 2008

FLAGELACIÓN DE LA INMIGRANTE

Mauricio nos pasó a recoger a las 7 de la mañana para llevarnos a Baños, un pueblo turístico que se caracteriza por sus aguas termales, por los deportes extremos como el rafting y el puenting, y por los despertares del volcán Tungurahua.
Nuestro objetivo era conocer a la hermana Marielena, una monja colombiana que gestiona una casa de retiro y ayuda como puede a la gente de los alrededores. Marielena administra el dinero que le envía María Teresa, una señora de Onda que fundó la Asociación Santa Bárbara, la cual también nos ha dado dinero para producir “Ecuapop”.


El equipo de Ecuapop vino a estas tierras condicionado por las opiniones que los demás tenían acerca de la gestión del dinero que se envía para ayudas, y por aquellas personas que para limpiar sus conciencias dicen que esas cantidades nunca llegan a destino o a buen puerto (se justifican para sentirse tranquilos y seguir haciendo zapping ante el televisor). Así es que vinimos cargados de las siguientes ideas preconcebidas:

- La ayuda que envía la asociación se debe quedar en el estómago de la monja y de los curas.
- El dinero que envía la asociación se lo queda el cura para viajar a España u otro país cuando le viene bien.
- La ayuda que envía la asociación se debe quedar en el estómago de la monja y de los curas.
- Las madres solteras deben estar igual o peor que antes: y encima, la monja les lava el cerebro a diario con la obsoleta Palabra de Dios.
- La ayuda que envía la asociación se debe quedar en el estómago de la monja y de los curas.

Llegamos a Baños cerca de las once de la mañana, y Marielena nos esperaba con una mesa llena de frutas, sabrosos panes, queso y café. Entonces, agregué una nueva idea a mis pensamientos: la ayuda que envía la asociación se debe quedar en el estómago de la monja, de los curas, y… ¡DE NOSOTROS! Para peor, a los pocos minutos vinieron cuatro curas a “saquear” la mesa que Marielena nos había preparado, acción que causó en mí el efecto “mechero”: me encendí. Me obligué a coger la cámara y a trabajar con Víctor haciendo tomas de las instalaciones, mientras Alfredo refutaba, tratando de ser diplomático, los argumentos de uno de los padres.

Pero había algo que no cuadraba: Marielena tenía en su despacho-comedor, una foto del Che Guevara, debajo la de Ratzinger, y al costado izquierdo la de varios curas de la Teología de la Liberación (a algunos de los cuales ella llamaba “mis Santos”) cuyas formas de propagar la fe cristiana se traducían y traducen en proyectos sociales para generar conciencia y reflexión en los colectivos más desfavorecidos.

Mientras comía, el efecto mechero continuaba su labor incendiaria, y las llamas me decían: “curas machistas, vienen a comer, a ser servidos, y más que el amor y respeto al prójimo predican la vuelta de “la Sección Femenina”. Hasta que pasado el postre, todos se levantaron, recogieron la mesa, fregaron y secaron los platos.

Luego, Marielena nos condujo hasta FUVIRESE, un centro de fisioterapia y estimulación temprana para niños con problemas motores y mentales. ¡Qué bien administrado estaba el dinero que la Asociación Santa Bárbara había enviado! Y como llovía, una gota apagó las llamas que con eficiencia habían quemado mis preconceptos de chica-inmigrante-agnósticamente-declarada.
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En la cena, Marielena nos contó cómo son las misas que organiza para los indígenas y la gente de Baños: hablar sobre la globalización, el capitalismo y los efectos que causan en la sociedad, sentados en ronda, compartiendo el pan y el vino de Cristo. Nada de altares, ni cálices, ni sermones ortodoxos. Sólo una hostia: la que me pegué por desconfiar de la capacidad de entrega y buenas intenciones de una gran mujer.

Mañana conoceremos al padre Jesús Tamayo, y puede que también me pegue otra hostia.